lunes, 25 de enero de 2010

SINTRA, PORTUGAL

Aunque sólo fuera por la Quinta da Regaleira merece la pena ir. Pero hay muchísimo más. Es un paraíso natural de una belleza que sobrecoge. Lord Byron dijo que había pocos lugares en el mundo tan hermosos. Tiene diez mil habitantes y cuatro palacios.
La Quinta…
Augusto Carvalho Monteiro había hecho fortuna en las indias. Mandó construir un gran palacio, La Quinta da Regaleira, de inspiración alquímica, masónica y neogótica. Antaño allí se celebraron ceremonias secretas y se fraguaron intrigas de alta política. Hoy, pasear por sus jardines es entrar en un juego iniciático donde el esoterismo y la magia se unen al arte creando una magnifica alegoría. Tras una entrada escondida, en un laberinto de rocas, hay una puerta que da a una torre invertida formada por nueve plataformas en espiral, para subir al cielo o bajar a los infiernos, “el pozo iniciático”. El pozo está conectado con grutas laberínticas que desembocan en un jardín fantasmagórico con un lago, como el Leteo clásico y dantesco, que permite a los muertos olvidar. El iniciado realiza su viaje a las tinieblas para autotrascenderse, rechazar su vida anterior y renacer en sabiduría.