sábado, 9 de enero de 2010

LA ORACIÓN DEL VARÓN


Serás sumisa y obediente
Hermosa con la discreción de la violeta
Jamás sonarás o brillarás más que ningún varón, por simple que éste sea.
Te adelantarás a los deseos de tu amo y señor:
Primero tu padre, después, tu esposo
Nunca corregirás a un hombre
No debes mirar más allá de su sombra
Tu única iniciativa será siempre satisfacerle
Esconderás tus bellezas solo para él
En público te mostraras zafia, silenciosa y vulgar
En privado depravada, jadeante y lasciva.
Sólo verás en él, tu amo y señor, virtudes
Sus acciones, sus decisiones y sus comportamientos
Son divinos e incuestionables para ti
Procurarás no irritarle mas si lo hicieres
Debes humillarte más de un millón de veces
Hasta que él tenga a bien perdonarte
Y entonces serás aún más solicita
Más dispuesta a llevarlo al éxtasis
De la cotidianidad perfecta
Eres su esclava, actúa como tal
Y no reclames absolutamente nada.
Él necesita mucho y tú casi nada: sólo a él