Verdad es, por lo pronto, aquello que aquieta una inquietud de nuestra inteligencia.
Una verdad no existe propiamente sino para quien la ha menester
La metafísica no es metafísica sino para quien la necesita
Aceptar una necesidad... no es sentirla como tal necesidad mía, es más bien... forastera, extraña a mí. La llamaremos necesidad mediata frente a la inmediata, a la que siento... como tal necesidad, nacida en mí.
El estudiante es un ser humano a quien la vida le impone la necesidad de estudiar las ciencias de las cuales él no ha sentido inmediata, auténtica necesidad.
Ser estudiante es verse obligado a interesarse directamente por lo que no le interesa o a lo sumo le interesa sólo vaga, genérica o indirectamente.
Curiosidad es cuidadosidad, preocupación.
Así, de lo que fue una necesidad tan auténtica y vivaz que a ella dedicaron su vida íntegra unos hombres – los creadores de la ciencia – se hace una necesidad muerta y un falso hacer.
De esta paradoja tan cruda debe, a mi juicio, partir la reforma de la educación.
Enseñar no es, primaria y fundamentalmente, sino enseñar la necesidad de una ciencia, y no enseñar la ciencia cuya necesidad sea imposible hacer sentir al estudiante.
El hombre hace metafísica cuando busca una orientación radical en su situación.
La vida del hombre se compone de situaciones, como la materia se compone de átomos.
La situación del hombre es la vida, es vivir.
La situación del hombre, la vida, es desorientación, es estar perdido –y por eso- existe la metafísica.
LECCIÓN II
Sustituyendo saber por orientación tendríamos que metafísica sería el saber radical
Dos ideas reciprocas - el ser y el saber o conocer- quedaron siempre a la espalda de la metafísica o filosofía.
¿Cómo es que existe en el universo ese algo que llamamos saber, cuál es su sentido originario, en qué consiste el mismo?.
La filosofía no progresa como las ciencias en la dimensión horizontal mediante ensanches sucesivos, progresa hacia abajo, en la dimensión de profundidad y su avance consiste en hacerse cuestión de lo que hasta la fecha no había sido cuestionable.
El hombre se siente perdido no a ratos, no algunas veces sino siempre, o lo que es igual, que el hombre consiste sustantivamente en sentirse perdido.
Sentirse perdido implica, por lo pronto, sentir-se: esto es, hallarse, encontrarse a sí mismo, pero a la par, ese sí mismo que encuentra el hombre al sentirse, consiste precisamente en un puro estar perdido.
Es probable que ninguno de Vds se haya hecho nunca cuestión de si dos y dos son cuatro. ¿ Qué quiere decir entonces que les consta, que tienen esa convicción?. Quiere decir que la han recibido de su contorno social, que han oído decir eso: a Vds les consta sólo que a otros les consta eso, por ej., a los matemáticos. O expresado con el otro término, tienen Vds. La convicción de que otros tienen esa convicción; pero eso quiere decir que de esta convicción no están Vds. Convencidos. Usan de ella, pero no es suya –hacen Vds. como si les constase- .
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