lunes, 7 de diciembre de 2009

Maestro Aristóteles

TEORÍA DEL BIEN Y DE LA FELICIDAD
Bien es el fin de todas las acciones del hombre. El fin supremo del hombre es la felicidad. El medio más seguro de conocer el bien es estudiarle en los bienes particulares que el hombre posee y utiliza. La felicidad la obra propia del hombre. Esta obra es la actividad del alma dirigida por la virtud. Bienes en tres especies: bienes del cuerpo, bienes del alma y bienes exteriores. – La felicidad implica necesariamente la actividad. La felicidad es a la vez un don de los dioses y el resultado de nuestros esfuerzos. Sólo el hombre puede ser dichoso, porque es el único capaz de virtud. No hay necesidad de esperar la muerte de un hombre para decir que es dichoso. Influjo La felicidad no merece nuestras alabanzas: merecería más bien nuestro respeto. Para gobernar bien los hombres, es preciso haber estudiado el alma humana.

TEORÍA DE LA VIRTUD
Es preciso contraer buenos hábitos desde la más tierna infancia. Necesidad de la moderación. Para juzgar bien de las cualidades que se poseen, es preciso atender a los sentimientos de placer y de pena que se experimentan después de haber obrado. Tres condiciones para que un acto sea verdaderamente virtuoso: saber, voluntad, y constancia. Tres elementos principales en el alma: las pasiones, las facultades y los hábitos. Las virtudes y los vicios no son pasiones; tampoco son facultades; son hábitos. Definición del medio en matemáticas. La virtud depende de nuestra voluntad; es en general un medio entre dos vicios. Deben estudiarse las tendencias naturales que sienta cada cual en sí e inclinarse al extremo contrario
Dos especies de cosas involuntarias por fuerza o por ignorancia. Es más justo culparse a sí. Las cosas involuntarias por ignorancia; dos condiciones; deben ir seguidas por el dolor y el arrepentimiento. Las acciones inspiradas por la pasión y el deseo no son involuntarias. La preferencia moral puede confundirse con la deliberación. La deliberación recae sobre los medios que se deben emplear y no sobre el fin que se desea. El objeto verdadero de la voluntad es el bien. La virtud y el vicio son voluntarios. El deseo del bien no es efecto de una disposición puramente natural: resulta del hábito, que nos prepara a ver las cosas bajo cierto aspecto. El suicidio no es una prueba de valor. Especies diversas de valor 1ª El valor cívico, obedecían por temor a sus jefes, 2ª El valor de la experiencia, 3ª El valor de la cólera, 4ª El valor que procede de la confianza, – 5ª El valor de la ignorancia, desaparece delante del verdadero peligro. El valor es siempre muy penoso. Es preciso que el hombre someta sus deseos a la razón, como el niño debe someterse a las órdenes de su preceptor.

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