
DIARIO DE UN GENIO. Ed Tusquets
La fascinación por Dalí viene desde mi infancia. Conocía su dimensión televisiva. Ya estaba enamorada antes de ver ni oír nada suyo. Pero un día en una feria playera, tumbado en la arena estaban Las tentaciones de S. Lorenzo. Nunca más me desentendí de ese genio incunable. Al madurar fui atravesando las capas que envuelven la obra del genial Salvador. Dicen que todos somos únicos pero yo creo que Dalí es el único que es único. Y sino me creen lean Diario de un genio, e intenten seguir el rastro conceptual de este profundo pensador y conocedor de las nuevas de la ciencia. Amante de las innovaciones tecnológicas. Comprendan su sexualidad más allá de todo estereotipo. O analicen a la divina Gala y a su amor eterno y profano.
Y, en la despedida la ultima ironía. Él mismo puso en circulación cuadros falsos. El “Ávida dollar” fue su divisa. Porque jamás lo encarcelo nada ni nadie
